Buenos días,
He podido escuchar estos días una entrevista que han hecho al, hasta ahora, notario más joven de España, don Fernando Frías Fontes.
Nació en Madrid en el año 2000. Comenzó a preparar la oposición a comienzos del verano de 2023 y tan solo veintiún meses después, el tribunal consideró no solamente que había aprobado, sino que también era el primero de su promoción.
La entrevista deja entrever a un chico con una grandísima calidad humana: muy inteligente, con muchas inquietudes y pasiones, atento a las preguntas del entrevistador e, incluso, con una espiritualidad que no esconde en ningún momento.
Por tanto, hasta aquí, mi más sincera enhorabuena a don Fernando Frías Fontes por la machada épica que describe en este podcast. Pocos están al alcance de lo que está él.
Sin embargo, como en esta newsletter se habla de oposiciones y yo mismo he sido opositor, me gustaría contrastar educadamente algunas de las cuestiones que se comentan en el entrevista.
Al grano.
#índice.
I. Un breve repaso a un proceso de oposición de notarías.
II. El proceso de Fernando.
III. Pensamientos finales.
✍️ Cita de la semana.
I. Un breve repaso a un proceso de oposición de notarías.
La oposición de un notario se compone de cuatro pruebas. Coge lápiz y papel por si te interesa:
La primera prueba es un examen oral: tienes tres grupos de temas de derecho civil y uno de derecho fiscal. Sacas una bolita de cada y cantas los cuatro temas en un tiempo máximo de una hora. Te puedes imaginar la velocidad del cante.
La segunda prueba, otro examen oral, con sus respectivas bolitas: dos de derecho mercantil, dos de derecho hipotecario, una bola de derecho notarial y una bola de derecho procesal y administrativo.
La tercera prueba. El dictamen. En esta prueba Fernando sacó la nota más alta de la historia. Es un examen de seis horas. Luego es necesario la lectura del examen ante el tribunal.
La cuarta prueba. En internet se habla de “Redacción de un documento notarial, resolución de un supuesto de contabilidad y matemáticas financieras, y liquidación de impuestos, con un plazo de seis horas.” Fernando en la entrevista indica que este examen desde hace unos años es un trámite, que incluso suele acabar con una cena con el tribunal.
Otro punto que también me ha llamado la atención, que Fernando explica muy bien en el vídeo, tiene que ver con la movilidad de un notario. ¿Puede el señor Frías Fontes, que ahora mismo está destinado en un pueblo de La Coruña, volver a Madrid cuando quiera? Pues la verdad que no.
Existe un escalafón entre todos los notarios habilitados (si el término es correcto) en España. Ese escalafón es el que dicta las posibilidades que tiene un notario de movilidad. Madrid es el destino ideal para muchos de ellos. Dado que muchos notarios tienen el objetivo de llegar a la capital y las plazas son limitadas, el tiempo de espera aproximado para que un notario pueda trasladarse a Madrid es de 27 años. Has leído bien, 27 años. Si una persona aprueba notarías en sus 20, hasta los 50 aproximadamente no podría ir a Madrid (si eso es lo que quiere, ojo).
La cuestión, explica Fernando, es que existen vías para reducir esos plazos, a través de lo que se denominan “oposiciones restringidas” u “oposiciones entre notarios”. Se trata de exámenes que se celebran cada cuatro años (más o menos), con dictámenes y exámenes orales en su haber.
¿Qué obtiene un notario si supera esta prueba? Años de antigüedad, subir en el escalafón acumulando esos años y aumentar las probabilidades de movilidad.
No obstante, los años que consigas con esa prueba no son para siempre, sino que caducan a los 5 años. Una vez transcurrido ese período vuelves al proto-escalafón.
Un mundo muy interesante la verdad.
II. El proceso de Fernando.
Como todo opositor, d. Fernando Frías tuvo un proceso de oposición particular.
Él mismo distingue dos fases en ese período. Durante la primera fase, él se describe a sí mismo como un opositor normal. Estudiaba en dos períodos al día: por la mañana de 9 a 14:00, parada para comer, y a seguir por la tarde, desde las 16:00 hasta las 20:00 más o menos. A partir de las 20:00 solía tener ratos más distendidos.
Su idea inicial era pasar de la convocatoria que empezaba ese mismo septiembre. El tiempo era muy justo y él creía que no iba a llegar. Sin embargo, debido a diversas circunstancias, Fernando decidió lanzarse a preparar el primer examen de esa convocatoria con todo. Tendría hasta el 9 de noviembre.
A partir de esa decisión, comenzó la segunda fase. Se acabaron las medias tintas. Quería ir a por todas. De forma que el horario de estudio se amplió considerablemente. Desde las 8:00 de la mañana se sentaba en su sitio hasta las 15:30. Una parada breve para hacer la única (repito, única) comida del día, y continuar desde las 16:00 hasta las 00:30 de la noche. Así un día tras otro.
Con respecto al método de estudio, ha hablado del método acumulativo, refiriéndose , sin mencionarla, a la curva del olvido. No obstante, me ha parecido que empleó unos intervalos de repaso muy pequeños que saturaron mucho su día a día.
Con respecto a su salud, me ha parecido bastante duro su proceso. Para empezar por el déficit de sueño. Entre la 1 de la madrugada que se dormía y las 8:00 de la mañana, hora en la que estaba estudiando, en mi opinión no hay suficiente descanso. Tan solo una comida al día, para una tarea tan demandante como ese estudio tan intenso. Dice que llegó al examen habiendo perdido diez kilos en apenas seis meses.
Con respecto a sus relaciones con los demás, su oposición fue un aislamiento total en el que casi no veía a ninguna persona. Únicamente salía de casa una vez cada 20 días para cenar con su padre. De 22:30 de la noche a 23:30.
¿Cómo te quedas?
III. Pensamientos finales.
Y, aún con toda la admiración que me ha transmitido Fernando con esta historia de superación, también me ha dejado muy impactado el sobreesfuerzo. Si hubiese sido él, con seguridad me habría quemado a la primera de cambio. Poniendo en juego mi salud, dejando a un lado completamente mis relaciones con los demás… Me queda claro que esa clase de odiseas solo están al alcance de unos pocos.
El testimonio de d. Fernando Frías “choca” (un choque amable y respetuoso, vaya por delante) también un poco con la perspectiva que propongo yo a la hora de estudiar y opositar. Una perspectiva en la que el esfuerzo es necesario pero el sobreesfuerzo puede jugar en nuestra contra. Una perspectiva en la que tan importante es estudiar como descansar.
He intentado indagar desde un punto de vista completamente amateur cómo funciona nuestra memoria y nuestra mente, y reflejarlo cada viernes en este correo a fin de que pueda ayudar a quien lo necesite. Y creo que nuestro protagonista de hoy no ha seguido ninguna de las recomendaciones propuestas. Y aún así, toma, el primero de su promoción.
Con todo esto, queda más que demostrado que el camino que tiene que recorrer cada uno no es único y que la vía al éxito no está en una fórmula mágica ni mucho menos. Cada uno debe de seguir su propio proceso y encontrarse cómodo con aquello que hace.
Para d. Fernando, exprimirse de la manera en que lo hizo fue la forma de lograr ese objetivo. Para mí fue clave ser eficiente en mis esfuerzos y tener más equilibrados otros aspectos de la vida. Seguro que para ti las prioridades serán otras. La cuestión es descubrirlas.
Un bonito testimonio el de d. Fernando Frías Fontes, al que agradezco que lo compartiese y al podcast que quiso descubrir su historia.
✍️ Cita de la semana.
"Al hombre se le puede quitar todo, menos una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de su actitud ante cualquier circunstancia"
El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl.
Para contactar, contesta al correo. Te leo! También te ayudo si te atascas estudiando y se te olvidan las cosas.
También se aceptan comentarios:
Y si crees que a alguien le puede gustar, ¡compártelo!
JASU (haz click)