Opositar en Semana Santa.
Buenos días y, en primer lugar, muy feliz viernes santo a todos.
Estas fechas son para mí muy especiales la verdad. La semana santa siempre se ha vivido con mucha intensidad en mi círculo más cercano y para mí son días de mucho recogimiento. Estos días congregan en torno a sí, unos signos transmitidos de generación en generación, que se manifiestan en la liturgia y en el fervor popular. Una Semana Santa que llevamos celebrando siglos en todo el mundo y que aúna una infinidad de momentos importantes para muchas personas.
Podremos ser más o menos creyentes, pero desde luego que la pasión, muerte y resurrección de Jesús no pasa desapercibida.
Estos días anteriores pensaba sobre todo en mí hace un año. ¡Cómo han cambiado las cosas desde entonces! Hace un año estaba estudiando para mi tercer examen de acceso al Cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado y hoy hace tan solo dos semanas que me he incorporado a mi puesto en la Administración. El tiempo va pasando y no se detiene a preguntar a nadie.
#El índice de hoy
Hace un año y hace dos.
¿Cuánto estudia un opositor en semana santa?
¿Cómo me sentía encarando el sprint final?
Algunas ideas. 💡
✍️ La cita de la semana.
Ilustración de Mike Moyers
1. Hace un año y hace dos.
Como decía unas líneas más arriba, hace un año justo estaba preparando el tercer examen del proceso de acceso al Cuerpo de Ingenieros Industriales del Estado. ¡Pero es que hace dos también estaba pendiente de la oposición! No porque estuviese en el proceso, sino porque parecía que la publicación de la nueva convocatoria era inminente.
Así como hace dos años. lunes, martes y miércoles santo los pasé trabajando, el año pasado aproveché para coger vacaciones esos tres días. Hacía escaso un mes (o un poquito más, no recuerdo bien) se había publicado el orden por el que cada uno de los candidatos íbamos a hacer el tercer examen. Ese tercer examen consistía en cantar tres temas seleccionados por sorteo en ese mismo instante. Los primeros en examinarse iban a cantar después de Semana Santa por pascua florida. En mi caso, sería de los últimos de toda la ronda.
He revisado mis “excels” mágicos por ver como estaba el año pasado a estas alturas, y la verdad que me quedaba bastante por hacer. De los 3 bloques de 30 temas, me faltaba prácticamente uno completo: el bloque 4. Y tenía colgando algunos temas del bloque 3. Total, que tenía mucho que estudiar en semana santa. Menos mal que el bloque 5 lo había mirado ya.
Un pequeño inciso: por poner en contexto, en el examen me entraban 3 bloques de 30 temas. Bloque 3, bloque 4 y bloque 5. Los menciono varias veces. Lo digo para que no te pierdas en la lectura.
En mi opinión, avancé bastante. Estudié bastantes temas nuevos, terminé el bloque 3 y empecé el bloque 4 (que a mí personalmente me pareció más sencillo).
Sin embargo, me quedaba mucho por hacer.
2. ¿Cuánto estudia un opositor en semana santa?
Bueno, este es mi caso particular.
Igual hay gente que se siente identificada. Igual hay gente que no.
Desde el domingo de Ramos hasta el sábado santo acumulé un total de 1895 minutos efectivos. Es decir, unas 30 horas efectivas. Quizás no sea mucho, pero es lo que pude acumular.
Viéndolo ahora con perspectiva, además de estudiar, era importante también para mí conseguir descansar y cambiar de aires. El ritmo de trabajar y estudiar es alto. Además duermes poco, y vas teniendo más y más fatiga física y mental. Para mí era importante hacer "refill", recargar bien las pilas, para el que iba a ser mi sprint final.
Por eso, además de estudiar aproveché para hacer algún plan alternativo: ir a cenar con amigos, tomar una cerveza con alguien, jugar al tenis, ir a los oficios de semana santa... Engañar un poco al cerebro para que pueda aprovechar más los tiempos de concentración.
Pongo a continuación un resumen de los arbolitos plantados durante esos días. Por si alguien no la conoce, se trata de la aplicación App Forest (hablo más sobre ella en Si volvera a opositar (II)). Las semanas mostradas son del 2 al 8 de abril, y la siguiente (coincidiendo con la Semana Santa de 2023 y la semana inmediatamente de después.
3. ¿Cómo me sentía encarando el sprint final?
El año pasado por estas fechas yo era consciente de que se acercaba el principio del fin de este largo proceso. El 6 de junio era mi examen oral y tenía por delante dos meses en los que tenía que apretar bastante el acelerador.
En mi cabeza el planteamiento había sido, antes de entrar en la Semana Santa, terminar los temas que me quedaban colgando del bloque 3 para el lunes o martes santo y comenzar con los 30 temas que me faltaban del bloque 4 para el miércoles santo, intentando terminarlos a finales abril, dejando mayo completo para repasar. Todo esto mientras cumplía con mi programa de repasos de los temas ya estudiados, de acuerdo a los principios que enuncié en Si volviera a opositar ( I ) de repetición activa y espaciada.
Mi planificación casi se ajustó a la realidad. Un casi que se extendió un total de 9 días. Es decir, el 9 de mayo fue cuando terminé el temario al completo al menos una vez. Si no hubiese sido por mi apellido, en esta convocatoria hubiese tenido difícil preparar el examen completo.
La Semana Santa del año pasado la veo ahora como un momento importante en la preparación. Primero porque eran casi 10 días de los que podía disponer al completo para estudiar. Y segundo, porque marcaban el inicio del fin del proceso. Tenía a partir de entonces, algo menos de 2 meses para completar la preparación.
Sin embargo, tuve momentos de mucha incertidumbre.
Aunque a la vista de los datos, esos días me cundieron, empecé a ver que igual no me daba tiempo a cumplir con los objetivos que me había propuesto. Lo que me quedaba me parecía un mundo.
Tuve muchos momentos en los que pensaba que no iba a llegar. De hecho, aunque nunca dormí mal por la oposición, si que tuve muchas noches en las que al acostarme repasaba las fechas siguientes y lo que tenía planificado mentalmente. Ahí mi mente me solía mandar un mensaje de alarma informando de la imposibilidad de lograr llevar los 90 temas estudiados. De la imposibilidad de aprobar estudiando al ritmo en que lo estaba haciendo esos días. De como estaba desaprovechado el tiempo.
Lo mejor que podía hacer en esas ocasiones era acostarme y dejar de lado esos pensamientos.
Sobre todo porque, aunque pudiese creérmelo, no era verdad. El futuro estaba aún por venir y con él, el esfuerzo que me tocaba a mí poner sobre la mesa. Una cosa la tenía clara, y era el acumular horas de estudio para que estas fuesen las que me llevasen en andas hasta el día del examen. El esfuerzo que podía poner era la única solución. Luego ya se vería si me daría tiempo o no.
Con todo esto, el fin de la semana santa fue un momento sobre todo de caer en la cuenta de los dos meses siguientes que venían y lo que yo quería hacer para estar a la altura de las circunstancias. Estaba en mi mano trabajar por dar lo mejor de mí.
4. Algunas ideas
Con respecto a cómo encaré mi situación el año pasado por las mismas fechas en las que andamos hoy, me doy cuenta ahora mismo de varias cosas:
La Semana Santa me cundió, pero menos de lo que pensaba que me iba cundir. El tiempo no fue tan provechoso a nivel estudio. Pero, desde una perspectiva global, me permití también descansar física y mentalmente. Tenía que estar a punto para poder seguir rindiendo a la vuelta de las vacaciones porque el lunes de pascua (10 de abril) volvía a la oficina a seguir trabajando de 9:00 a 18:30. Por tanto, a pesar de no sacar todas las horas efectivas que me hubiese gustado, valoro esos días como muy fructíferos en un sentido más general.
Al Jasu que se acostaba agobiado pensando en que no iba a llegar a estudiarse todos los temas, le diría aquello que un preparador me dijo unas semanas más tarde: "No te agobies más de la cuenta. Mañana no tienes que estudiarte todo lo que te queda". Puede parecer una tontería, pero a mí me ayudaba el pensar que todo lo que me quedaba por delante no dependía del día siguiente sino que era un proceso. Lo verdaderamente importante era seguir perseverando día a día para avanzar lo máximo posible. Una oposición no es una carrera de velocidad sino de fondo.
Con estos puntos, también me acuerdo especialmente del dicho este de "el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años y el segundo mejor momento para plantarlo es hoy". O algo así. Lo ilustro con un ejemplo: hasta diciembre o así llevaba varios meses haciendo flexiones casi todos los días. Me sentía bastante fuerte he de decir (tampoco nada espectacular eeh). Pero llegó un día en que me fui de viaje y perdí un poco esa rutina. Después de un tiempo lo retomé, pero de forma esporádica. De repente, llega el día de hoy, 29 de marzo de 2024, y te das cuenta que ha pasado mucho tiempo desde esa última vez. Y sobre todo, te preguntas: "¿que habría pasado si hubiese seguido haciéndolo todos los días?" A lo mejor sería Hulk. Pero parece que nunca lo sabré salvo que retome esas flexiones diarias. ¿Con esto que me llevo? Pues que es más importante lo que haces todos los días. Al contrario de con las flexiones, el echar la vista atrás en un proceso largo como es el de una oposición y ver el camino recorrido cuando estás cerca del final, puede ayudar a seguir perseverando en los momentos de más cansancio. Creo que, para opositar, es importante adquirir esta mentalidad de trabajo diario. Pequeños pasos pueden llevarnos muy lejos. El interés compuesto del opositor del que ya hemos hablado en alguna ocasión.
5. ✍️ La cita de la semana.
“Los seres humanos no están hechos para aferrarse al presente en todo momento. Nuestro cerebro no ha evolucionado para eso.”
Cháchara, Ethan Kross
Mi hermana me dejó hace unas semanas un libro llamado Cháchara. En él se discute acerca de la voz interior que todos tenemos. A pesar de perderme un poco en las aguas de la psicología (aguas que navega mucho mejor mi hermana que es psicóloga), es muy interesante como el autor profundiza acerca de nuestro monólogo interior. Como este puede ser nuestro mayor enemigo, pero nuestro mejor aliado a la vez. Y trata de dar respuesta a la pregunta de, por qué, aun limitándonos mucho en algunas ocasiones, los seres humanos hemos conservado ese monólogo interior a lo largo de nuestra historia. Muy interesante la verdad.
Gracias por haber leído hasta aquí.
En primer lugar, si crees que podrías sacar más de tu estudio y no sabes como, estoy aquí para ayudarte. Quería empezar como mentor de opositores y estudiantes de todo tipo. A mí creo que me cundía el tiempo estudiando y trabajando. Si te interesa, para DM:
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