Los reyes godos y las alineaciones de Primera División
Quería dedicar la publicación de hoy a ciertos aspectos memorísticos que me han ayudado mucho a la hora de estudiar, y sobre todo de memorizar datos puros y duros.
¿Alguna vez no has estado estudiando un tema y, de repente, cuando todo parecía que encajaba en tu cabeza, que lo tenías todo controlado, aparecía una lista como esta?
Artiodáctilos
Carnívoros
Erinaceomorofos
Lagomorfos
Macroscélidos
Quirópteros
Roedores
Soricomorfos.
¿Y luego dentro de cada subcategoría, tener que memorizar sublistas como estas? Sin olvidar las propiedades y características de cada subcategoría.
(para el que quiera más info acerca de la lista, lo he sacado de aquí: Atlas mamíferos MITECO)
Quizás un caso tan extremo no haya sido una constante en nuestras carreras como estudiantes, pero seguro que familiar nos es una sensación así.
1. Los datos puros.
En otras publicaciones he ido comentando los principales aspectos que me ayudaron cuando estudiaba la oposición a Ingeniero Industrial del Estado. Aspectos como la Curva del Olvido, el recuerdo activo, la carga cognitiva son conceptos que me abrieron la mente de forma considerable en lo que a estudiar y aprender se refiere.
Estos aspectos me ayudaban a crear estructuras en mi cabeza ("estanterías mentales") que replicaban los temas que estudiaba en el papel, siguiendo un orden lo más lógico y claro posible. De esta manera me era también más sencillo recordar en mi cabeza los conceptos estudiados, o, en caso de ser olvidados, volver a refrescarlos en un contexto familiar y con el objeto de intentar ser más difícil de olvidar.
Ahora bien.
¿Alguien me podría decir la lógica o la relación de "Ley 40 / 2015" con "Régimen Jurídico del Sector Público"? ¿O cuál es el número de miembros del comité de las regiones de la Unión Europea? ¿O cuál es el artículo del Real Decreto Legislativo 5 del año 2015 por el que se aprueba el texto refundido del estatuto básico del empleado público en el que se indican las situaciones administrativas?
Ojo, no digo que no tenga que saberse. Simplemente me refiero a la dificultad de incorporar esta información aparentemente inconexa a nuestras estanterías mentales.
¿En qué radica esa dificultad? No creo que pueda dar una respuesta contundente y muy científica, pero si lo que puedo hacer es hablar de mi propia experiencia:
Los datos puros para mí, muchas veces no me son familiares. Es decir, la primera vez que me sumergí en el temario de la oposición y tuve que comenzar a estudiar de memoria cierto contenido, en muchas ocasiones me sucedió que ese contenido nada tenía que ver conmigo. Y con no tener nada que ver conmigo, quiero decir: no era capaz de relacionarlo con nada de mi vida personal, con ningún conocimiento anterior, ni nada. Era absolutamente nuevo y no seguía ninguna lógica "secuencial" podríamos decir.
Los datos, de primeras, los percibía como aleatorios. No encontraba ni sentido ni contexto para ellos. Sentía que sobre todo me faltaba información para asimilarlos. Y más que información, órdenes de magnitud. ¿Por qué un sector industrial tenía 9.000 empleados y no 20.000? ¿Por qué su cifra de negocio era de 2.400 millones de euros y no de 100 millones? ¿Había cambiado mucho esa cifra de un año a otro?
Tantos datos desviaban mi atención de los conceptos principales del tema. En términos de Si volviera a opositar (III) suponían un incremento de la carga cognitiva extrínseca. Es decir, aquella información que dificulta la comprensión de los conceptos principales del tema en cuestión.
Con todo esto, y echando la vista atrás, creo que los datos puros no son importantes en la primera aproximación del tema que vayamos a estudiar. La primera vez que lees un tema, no tienes por qué saber todas las fechas, leyes, artículos, reales decretos, circulares, cifras económicas que ese tema incluya. O desde otra rama del saber, no tienes por qué saber todos los síntomas, fármacos de una patología la primera vez que miras un tema. En mi opinión, en esa primera aproximación, todos esos datos son superfluos, dado que carecen de sentido para el estudiante y nublan y desenfocan los conceptos principales que son los que antes se tienen que aprehender. Memorizar los datos puros sin antes incorporar a nuestra mente esas ideas principales que contiene el tema, pienso que sería como construir una casa por el tejado.
Dicho esto.
Los datos también hay que sabérselos.
Si las ideas principales las tengo ya.
¿Qué hago?
Valoremos diferentes herramientas.
2. Primero, dejar fluir.
Con dejar fluir no quiero decir esperar a que los datos que tenemos que memorizar se incorporen a nuestras estructuras mentales por arte de magia. Nada más lejos de la realidad.
Más bien, quería referirme a aquella capacidad espontánea que a veces tiene nuestra mente de memorizar ciertos datos específicos sin aparente dificultad.
En ocasiones estamos estudiando un determinado texto, un tema específico, y puede que tengamos la capacidad de retener fácilmente algunos datos de manera espontánea. Por ejemplo: el umbral de precio para los contratos de obras sujetos a regulación armonizada era de 5.548.000 € (Ley 9/2017). Una cifra que a priori no tendría por qué ser fácil (y qué además no era del todo rigurosa, porque estaba sin actualizar, aunque no era estrictamente necesaria). Pero esa cifra se ha mantenido conmigo casi desde el primer día que la vi. Un amor a primera vista vaya.
Moraleja: si tienes algún flechazo con algún dato, pues oye, aprovéchalo que no suele ocurrir fácilmente.
3. Familiaridad.
Importante: a la hora de memorizar algún dato, intentar asimilarlos con anécdotas, vivencias, recuerdos, datos, fechas u otros que sintamos especialmente familiares reducirá la dificultad de memorización.
En muchos aspectos, nuestros recuerdos y conocimiento, pueden llegar a estructurar quienes somos (digo esto con la boca pequeña, porque tampoco soy experto). Estamos íntimamente conectados con ellos, y nos resultan sumamente familiares.
¿Cómo pueden emplearse estos elementos en la memorización de datos puros? Se me ocurren varios ejemplos:
Quizás el número 245 no signifique nada a priori, pero a un madridista quizás le resulte familiar, dado que fue un 24 de mayo (del 5) de 2014 el año que el Real Madrid ganó la décima copa de Europa.
A lo mejor el nombre de tu calle te dice poco, pero quizás da la casualidad de que es un escritor o escritora español que en algún momento has estudiado en literatura. O, a lo mejor, la estación de metro en la que te bajas todos los días lleva el nombre de un personaje relevante de Historia que tenías que estudiar.
Los ejemplos pueden ser infinitos, pero el punto fundamental tiene que ver con relacionar los datos puros con información que a cada uno nos sea especialmente familiar.
4. Este no es mi primo.
La variabilidad de los datos a estudiar puede ser tan alta que puede que a la hora de memorizarlo no encaje con ninguno de los esquemas anteriores (bien la espontaneidad, bien la familiaridad).
En la primera publicación llegué a hablar de un libro llamado Desarrolla una mente prodigiosa, de Ramón Campayo. En él se indican muchas más técnicas de memorización, y estudio que las que menciono aquí. Además, se apela mucho a un concepto que me resultó muy interesante y que creo que puede ser de mucha ayuda.
El autor discute en el libro la capacidad de nuestro cerebro de asimilar una gran cantidad de información cuando visualiza una película. Una cantidad súper numerosa de imágenes, concatenadas una detrás de otra, con arcos de personajes entrelazados entre sí, líneas de diálogo, música, silencios... una gran cantidad de estímulos que nuestra materia gris procesa a una velocidad de vértigo y que, además, luego es capaz de recordar con bastante acierto. Es verdad: quizás no todas las líneas de diálogo, quizás no todos los motifs musicales, pero si es capaz de tener una idea sólida de la película, y de recordar detalles bastante importantes.
Apela por tanto Ramón Campayo a la memoria visual del ser humano. A esa mayor retención de las imágenes por parte de nuestra memoria, o la mayor facilidad para retenerlas.
¿De qué forma podríamos incorporar estas imágenes a nuestras técnicas de memorización?
Una de las propuestas que aporta es la llamada "Asociación Inverosímil". En otras palabras, una imagen será mejor recordada por el cerebro cuanto más inverosímil sea. Para reflejar esa inverosimilitud, me gustaría poner en contraste dos imágenes. Ruego al lector que para hacer el ejercicio más intensamente trate, no solo de visualizar, sino también de poner todos los sentidos en esas imágenes que voy a sugerir (nada rarísimo, lo prometo).
“La primera imagen sería la de un toro. Un toro pastando plácidamente. Es de día. La temperatura es templada. Aún la hierba sigue húmeda como consecuencia del rocío de la mañana. Su respiración se oye desde varios metros, así como sus pisadas en la hierba.”
¿Más o menos lo imaginas, no?
Bien, vayamos ahora con algo más inverosímil.
“Imaginemos el mismo toro. Pero ahora está vestido con un traje de sevillana. Lleva dos grandes pendientes rojos y una peineta de tremendo tamaño. El toro está de pie, y con la pezuña delantera trata de agarrar el vestido y que no toque la hierba, y con la otra sostiene un abanico de color rojo y detalles blancos. Se está abanicando muy fuerte porque tiene mucho calor.”
¿Más irreal este, no? ¿Pero a qué quizás no lo olvidas en un tiempo? Espero no haber herido los sentimientos de nadie, la verdad es lo primero que se me ha ocurrido, mi cabeza que funciona así.
Bien, y ahora, ¿una aplicación práctica?
Estas asociaciones inverosímiles pueden ser de utilidad a la hora de concatenar distintas palabras que nada tengan que ver unas con otras. Por ejemplo:
Ratón - Móvil - Lápiz - Sacacorchos - Pañuelo - Cajón - Botella - Raqueta - Silla - Pila
Te animo a que hagas tus propias asociaciones inverosímiles para intentar recordar la lista. Si te apetece eeh, todo voluntario y libre, sin coacción.
Una opción también interesante es la de emplear las asociaciones inverosímiles con el llamado "palacio mental". Esta técnica trata de relacionar una ubicación o un trayecto que conozcas de forma muy exacta (tu habitación, tu oficina, el baño de tu casa, el trayecto de tu casa a la panadería, el supermercado de tu barrio) y en ubicaciones de esos lugares o trayectos trates de posicionar aquello que pretendas recordar.
Yo por ejemplo memoricé los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas con un trayecto muy familiar para mí por mi pueblo, comenzando desde la puerta de mi casa. Así recuerdo que a la salida de mi casa había varias personas gritando con la mano en la tripa "¡Qué hambre!" para el ODS número 2, "Poner fin al hambre en el mundo". O que caminaba un poquito más, y había toda un grupo de personas haciendo crossfit en la calle, para el ODS número 3, "Salud y Bienestar", entre otros.
Cuanto más loca la escena, más fácil le será al cerebro recordarla.
5. El Sistema Mayor.
Para seguir profundizando en algunas técnicas mnemotécnicas, es preciso detenerse en el llamado Sistema Mayor o Código Mnemotécnico.
¿En qué consiste exactamente?
El Sistema Mayor nos permite relacionar los números con letras. Esas relaciones pueden ser varias, pero habitualmente relacionan los siguientes números y letras:
0 - r, rr
1 - t, d
2 - n, ñ
3 - m
4 - c, k, q
5 - l
6 - s, z
7 - f
8 - g, j, ch
9 - b, v, p
De forma que ahora un número puede transformarse automáticamente en una letra. Y un grupo de números, supone la conjunción de varias letras, en las que, si pudiésemos colocar las adecuadas vocales entre ellas, podríamos generar una palabra. Imaginemos el número 47.
¿Qué letras se corresponden con dicho número? Atendiendo a la relación anterior, se distingue:
¿Qué vocales podríamos elegir entre las consonantes que tenemos como alternativa para generar una palabra con sentido? Se me ocurren como alternativas dos: CAFÉ y COFA. De forma que el número 47 a partir de ahora podría ser equivalente a cualquiera de las dos palabras anteriores.
Es ahora el punto en el que recurrimos al apartado anterior de "Asociaciones Inverosímiles" para explotar al máximo el potencial de este sistema mayor. Recurramos a un ejemplo para ver este hecho.
Imaginemos que tras una dura sesión de estudio, tenemos la siguiente ley que memorizar:
"Ley 17/2009, de 23 de noviembre, sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio."
¿Cómo podríamos hacer fácil el incorporar este dato a lo que ya hemos aprendido? Recurramos en primer lugar al sistema mayor para intentar transformar los números que definen la ley en palabras. De acuerdo al criterio expuesto tenemos:
¿Qué palabras podríamos formar? Pues se me ocurren dos de entre las muchas alternativas. La primera, para el 17, con las letras T y F, TUFO. Y para el 09 (año en que se dicta la ley) las letras R y P podría ser ROPA.
Entonces tenemos TUFO y ROPA. ¿Podríamos hacer una asociación inverosímil para memorizar el nombre? Llega el momento de ser creativo. Se me ocurre lo siguiente:
"En el SERVICIO un TUFO muy fuerte inundaba el ambiente. Ese olor era muy intenso. ¿De dónde provenía todo ese TUFO? No parecía de ningún inodoro pues los acababan de limpiar. Sin embargo fuimos abriendo una a una las cabinas de los inodoros y encontramos en la última de donde provenía el olor: resulta que en la última cabina había una montaña de ROPA sucia de casi 2 metros de alto de la que emanaba un humo verde causante del misterioso TUFO".
Un poco tenebrosa, pero lo suficientemente inverosímil la historia, ¿no? Nos ayudamos de nuestra memoria visual para memorizar los números. Además, en este caso le hemos dado una ubicación concreta (el SERVICIO), para relacionarlo con el título de la ley ("sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio.*").
6. Algunos ejemplos.
Cuanto menos, interesante, ¿no os parece? Creo que pueden ser estas metodologías valiosas para memorizar datos puros puros. Para mí desde luego lo ha sido.
Combinado con el programa Anki (del que hablamos en Si volviera a opositar (I)) podía hacer tarjetas con imágenes para recordar datos puros. Prometo que el proceso en ocasiones era bastante divertido.
Dejo algunos ejemplos de tarjetas para memorizar datos, leyes, reales decretos y más que tenía guardadas en Anki, con alguna explicación (jeje):
Los principales suministradores de petróleo en España estudié que eran México y Nigeria. A lo mejor de primeras me era difícil recordarlo, pero si que sabía que Guillermo (foto de la izquierda) es un famoso colaborador mexicano del late night estadounidense presentado por Jimmy Kimmel. Por su parte, Israel Adesanya ha sido un importante campeón de la UFC (promotora de combates de artes marciales mixtas o mma de sus siglas en inglés) y es de origen nigeriano.
A lo mejor no conoces al de la imagen, pero es Fernando Pacheco Flores, y es el portero del RCD Espanyol actualmente. Pues su apellido (PACHECO) me venía perfecto para recordar el valor de producción de las extracciones de yeso (la P el 9, la CH el 9, y la C el 4).
La ley del sector nuclear es la 25 / 1964. En su momento me ayudé del bueno de ANUEL (equivalente al número 25 por el sistema mayor) y a la palabra SECA (número 64) que tenía que ver para mí con una canción que hacía poco había sacado con Jhay Cortez llamada "Ley Seca".
Y por poner otro ejemplo: la directiva de emisiones industriales 2010/75 la recordaba como un TORO (número 10) embistiendo a FELIciano López (tenista madrileño muy conocido). En este caso solo me quedaba con su diminutivo y no con el nombre entero (con FELI me bastaba para representar el número 75).
Resaltar que, como regla general, solo tenía en cuenta los los dos últimos números de los años. Por eso solo me fijo en SECA o en TORO para los años 1964 y 2010.
7. Conclusiones.
Resumiendo brevemente: como siempre, hay que conseguir que la información nos suene.
También se puede recurrir a la aleatoriedad de la memoria, la cual en ocasiones nos brinda ayuda que no pedimos, pero que no desdeñamos a la hora de memorizar un dato concreto.
Esa familiaridad la podemos conseguir relacionando la información con vivencias, anécdotas, recuerdos propios.
Si todo lo anterior se resiste, recurramos a lo inverosímil, raro, extraño y loco para facilitarle a nuestro cerebro recordarlo. Siempre es más fácil acordarse de un toro vestido de sevillanas que de un toro cualquiera.
Finalmente, incidir en la moraleja de la casa nunca se comienza por el tejado. Es decir, la información siempre tenemos que memorizarla de lo más general y abstracto, a los datos más puros y específicos, para así facilitar la memorización de los datos en última instancia.
Por si a alguien le interesan estos temas, además del ya mencionado Desarrolla una mente prodigiosa, hay un libro clásico sobre la memoria que también tiene muchas anécdotas y métodos muy interesantes de memorización llamado: El libro de la memoria de Harry Lorayne y Jerry Lucas. Súper recomendable.
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JASU