Te pongo en situación: has estudiado mucho un examen. Mucho. Has sido diligente al subrayar. Has leído y releído el temario varias veces. En esas lecturas lo has entendido. Has hecho los exámenes de años anteriores. Te manejas con ellos más o menos. Incluso, has ido a clase. Resulta que la profesora es una impresionante docente. En cada clase has entendido cada idea de las que ha transmitido y eso te ha motivado a seguir yendo.
Sin embargo, llega el examen y ves las preguntas. Hay algunas que dominas, pero otras tantas las notas fuera de tu alcance. ¿Qué querrá decir esta pregunta? ¿Esto lo hemos llegado a dar? ¿Venía esto en el temario? Lo entregas y te dan la nota. Al final has conseguido aprobar (o quizás no), pero, para todo el tiempo dedicado, la ratio nota / horas echadas, es bastante baja.
Puede haber muchas razones que expliquen esto. Una de ellas podría ser el llamado síndrome de "ilusión de maestría".
#El índice de hoy
Ilusión de maestría 🐇🎩
Lo que sabes que sabes.
Lo que sabes que no sabes.
Lo que no sabes que no sabes.
Algunas ideas.
✍️ La cita de la semana.
1. Ilusión de maestría 🐇🎩
El otro día leía sobre este concepto. Os digo lo que he entendido sobre él.
La ilusión de maestría podría verse como esa falsa sensación de seguridad que construimos sobre la familiaridad con algo. Por ejemplo: hemos leído un libro y, aparentemente, las ideas que transmite las hemos entendido. Vamos a contarlas a nuestros conocidos, emocionados por ese nuevo saber adquirido y, de repente, nos cuesta ponerlo en palabras.
Lo mismo nos puede pasar con una clase. Dominar la lectura de un texto no es lo mismo que dominar las ideas que transmite ese texto. ¿Me explico?
Obviamente por algo hay que empezar. No significa que no haya que leer o ir a clase, pero si implica tener que dar un paso más allá en como interiorizamos la información.
2. Lo que sabes que sabes.
A la hora de estudiar es importante reconocer aquello que sabes que sabes. La información de la que ya dispones.
Esta información es clave para ir generando el conocimiento (entiendo el conocimiento como esa información estructurada, organizada y con sentido). Sin embargo, al abordar una nueva materia hay que evitar a toda costa quedarnos solo en esta primera pregunta: ¿Qué sé que es lo que sé? Es preciso ir más allá.
Lo que yo sé acerca de algo no es igual a todo el conocimiento acerca de una materia concreta.
Esta declaración es el primer paso para evitar la "ilusión de maestría".
3. Lo que sabes que no sabes.
Imaginemos que estamos estudiando un tema nuevo del examen que estamos preparando. Ya lo he leído una vez. Ahora intento recordar eso que he leído escribiéndolo en un papel.
Al verme ante una hoja en blanco, sin poder apoyarme en el texto original, solo mi propia memoria, puedo reconocer dos tipos de información: por un lado, esa que tengo disponible, que conozco y que he podido interiorizar. Por otro, esa que conozco, pero que no me es posible recordar, que no he llegado a comprender correctamente y que no soy capaz de expresar en mis propios términos. Sería como aquellos desperfectos que tiene una pared recién construida. El albañil podría ver las cosas que ha hecho bien y las que no, y estas últimas corregirlas.
4. Lo que no sabes que no sabes.
Llegamos al último punto: aquello que no sabemos que no sabemos.
Y para ilustrarlo voy a contar una historia, en la que muchos podrán verse reflejados:
Estaba yo con mis compañeros de oficina un día de visita en la nave de un fabricante. Este fabricante nos había invitado a unas jornadas de formación y de "networking" podríamos decir, a diferentes empresas del mismo sector con las que trabajaba. Fue un día muy interesante. Yo era bastante yogurín (aún lo sigo siendo) e intenté aprovechar, como todos mis compañeros, aquel día al máximo. Era un fabricante relativamente grande, cuidao.
Llegada la hora de la comida, nos habían preparado un catering que recuerdo muy rico. Y ahí estábamos mis compañeros y yo tomando canapés. Pero claro, yo como yogurín que era no tenía mucha idea de quienes eran las personas que estaban allí. De forma que, para hacer un poco de “networking” empecé a presentarme y preguntar a la gente: ¿Cómo te llamas? ¿De dónde vienes?
De hecho llegó un momento en el que estaba en un pequeño corro con una compañera y dos señores. Llevábamos hablando un buen rato cuando nos preguntaron nuestros nombres. Yo le contesté y mirando a uno de ellos le devolví un: **¿y tú quién eres?** (fue un "¿y tú quien eres?" amable valga la aclaración). Me contestó: "Soy el CEO de esta empresa". "Andaaa", respondí yo. Tan natural como la vida misma.
No sabía que el CEO de este proveedor estaría por allí con nosotros. Tampoco sabía que estaba en el mismo corro que yo. Tampoco me había planteado en ningún caso ninguna de las dos preguntas anteriores. Lo descubrí todo por accidente.
Estudiando yo creo que también es muy útil este enfoque: ¿Qué puede ser aquello que no sé que no sé? Tampoco hace falta darse muchas vueltas. Únicamente intentar otear nuestra mente y, como buenos albañiles mentales, no ver la pared únicamente por un lado, sino también por detrás.
5. Algunas ideas.
Dejo aquí alguna conclusión que me planteo:
Primero, a la hora de estudiar o aprender cualquier material o disciplina, enraizar estas tres preguntas en nuestros procesos de aprendizaje puede ser verdaderamente útil. Yo creo que me pueden permitir identificar las ideas principales de un tema, las conexiones entre ellas, si lo que voy estudiando tiene sentido o no, si puede haber algún fallo en la forma en que he entendido algo etc. Por ejemplo: en mi examen oral de la oposición a ingeniero industrial del estado, uno de los temas sorteados fue el relacionado con la reglamentación del sector eléctrico. Cuando vi la bola respiré aliviado al ver que lo manejaba bastante bien. Sin embargo, llegó el momento de las preguntas y, aunque supe contestar a bastantes, hubo alguna que me sorprendió. No porque percibiese la pregunta como difícil, sino porque el tribunal había pinchado en hueso. Me había preguntado algo que no sabía que no sabía.
Segundo, creo que también podría incluirse una cuarta categoría con un pequeño asterisco: aquella información que no sabemos que sabemos. Se me ocurren pocos ejemplos la verdad. Buscando en Internet solo me ha salido que es una frase que dice Joey en Friends.
Finalmente, yo creo que estos tres enfoques son útiles en cualquier faceta de nuestra vida. En especial, el último: reconocer que existen cosas que no sabemos que no sabemos. Este enfoque yo creo que me puede ayudar personalmente cuando ocurren cosas que aparentemente no tienen sentido o que se escapan a mi comprensión. Un intento de encontrar el elefante en la habitación.
6. ✍️ La cita de la semana.
El desarrollo intelectual humano es un diálogo constante entre tendencias heredadas y nuestra historia personal.
Make it stick, Peter C. Brown, Henry L. Roediger III, Mark A. McDaniel
Make it stick es, en mi opinión, un libro que todo estudiante debería de leer. Me llamó la atención esta cita que recoge el libro ( no es de sus autores propiamente, sino de la primera referencia de hoy que está más abajo 👇).
La forma en que aprendemos está íntimamente relacionada con nuestras experiencias pasadas y con nuestras convicciones. Lo bueno de esto es que, a través de un análisis crítico, pero en positivo, las experiencias y tendencias siempre nos influirán, pero no tienen por qué determinarnos.
Gracias por haber leído hasta aquí.
En primer lugar, si crees que podrías sacar más de tu estudio y no sabes como, estoy aquí para ayudarte. Quería empezar como mentor de opositores y estudiantes de todo tipo. A mí creo que me cundía el tiempo estudiando y trabajando. Si te interesa, para DM:
En segundo lugar, si llegaste , y aún no te has suscrito, no te hagas el remolón o la remolona. Es gratis, cada publicación te va a llegar al correo sin tener que pinchar en ningún enlace y prometo un 37% más de felicidad cada viernes.
Se aceptan comentarios además:
Y si crees que a alguien le puede gustar, ¡compártelo!
Alguna referencia de hoy:
The Youngest Minds: Parenting and Genes in the Development of Intellect and Emotion (New York: Simon and Schuster, 1998), Ann B. Barnet & Richard J. Barnet,
Make it stick, Peter C. Brown, Henry L. Roediger III, Mark A. McDaniel (en español: HAZ QUE SE PEGUE: La ciencia del aprendizaje exitoso.
Una de las referencias que he encontrado a los tres capítulos de hoy se le atribuye a Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de Estados Unidos, en rueda de prensa en el año 2002. La pregunta tenía que ver con la falta de pruebas de que el gobierno de Iraq hubiese estado proporcionando armas de destrucción masiva a grupos terroristas. No dispongo de las herramientas para juzgar el contexto de la declaración y sus implicaciones, pero creo que era bueno recogerla aquí (traducida al español):
"Los informes que afirman que algo no ha sucedido siempre me resultan interesantes, porque como sabemos, hay conocimientos conocidos; hay cosas que sabemos que sabemos. También sabemos que hay desconocimientos conocidos; es decir, sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero también hay desconocimientos desconocidos: aquellos que no sabemos que no sabemos. Y si uno examina la historia de nuestro país y de otros países libres, es esta última categoría la que tiende a ser la más difícil."